El modo oscuro ya viene activado como opción nativa en la última versión de los teléfonos Android y en el iOS 13 de Apple. En lugar de tener un fondo claro con texto negro, el modo oscuro proporciona un fondo negro con texto blanco.

No se trata de una invención moderna: las primeras computadoras domésticas usaban monitores monocromos que mostraban texto verdoso en una pantalla negra. Y algunas de las primeras máquinas de escribir electrónicas, los famosos procesadoras de texto, permitían ver el texto blanco sobre un fondo negro. Esto se cambió en los años 80 para replicar el aspecto de la tinta en el papel.

El motivo del éxito del modo oscuro es que protege mejor nuestros ojos y la vista cortando la famosa luz azul que emite cualquiera de estos dispositivos. La luz azul es un espectro de luz visible de alta energía con una longitud de onda muy corta. Las compañías tecnológicas están afirmando que el modo oscuro mejora la visibilidad, reduce la fatiga visual y facilita el uso de un dispositivo con poca luz. Afirmaciones que por el momento carecen de estudios científicos rigurosos que lo acompañen.

Un punto que va en contra del uso del modo oscuro para una mejor visibilidad es que la luz sobre el tema oscuro, especialmente en el texto, no es necesariamente bueno para todos. Las personas con astigmatismo encuentran más difícil leer el texto en blanco sobre negro que el texto en negro sobre blanco. Parte de esto tiene que ver con los niveles de luz: con una pantalla brillante de fondo blanco, el iris se cierra un poco más, disminuyendo el efecto de la lente «deformada” propia de la patología. Con una pantalla oscura de fondo negro, el iris se abre para recibir más luz y la deformación de la lente crea un enfoque mucho más difuso en el ojo. Otro de los efectos no deseados del modo oscuro es si lo usamos durante mucho tiempo, nuestros ojos se acostumbran a dejar pasar menos luz. Debido a esto, cuando miras una pantalla brillante, al pasar del móvil al ordenador, sientes una sensación de incomodidad.