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El glaucoma es una enfermedad degenerativa del nervio óptico que lleva a la ceguera irreversible si no es tratado a tiempo. El factor de riesgo asociado más frecuentemente es la presión intraocular elevada. Y el tratamiento se basa en disminuir esta presión elevada a cifras que no sigan dañando al nervio óptico, para así frenar la pérdida visual.

 Aunque es una enfermedad conocida todavía hay algunos mitos que vamos a explicar:

•    “Solo tengo que ir al oculista si tengo dolores de cabeza o veo mal”

Esto es falso porque si bien es muy recomendable la consulta oftalmológica ante estas situaciones, los mayores de 45 años deberían realizar controles anuales o bienales. Dentro de varias enfermedades, el glaucoma tampoco presenta síntomas o, si lo hace, son muy poco reconocidos por los pacientes y se dan en una proporción baja.

•    “Si me opero el glaucoma recupero la visión que perdí”

Esto es falso porque la pérdida visual en el glaucoma se debe a la muerte de fibras del nervio óptico, y, hasta ahora, no sabemos cómo recuperar a esas fibras muertas. El tratamiento del glaucoma, tanto médico como el quirúrgico, podrá disminuir y hasta cortar la progresión de esta pérdida visual, pero no recuperar la visión.

•    Las gotas que me dieron para tratar el glaucoma son para toda la vida.

Esto es verdadero porque la presión intraocular alta es el factor de riesgo más frecuente y más importante que tiene el glaucoma. Si con las gotas podemos disminuir la presión del ojo a cifras que son sanas para el nervio óptico podremos estabilizar el glaucoma y no perder más visión. Es importante colocar las gotas según lo indicado por el médico tratante, ya sea 1 o 2 veces al día en horarios lógicos para cada persona.

•    Los controles de glaucoma deben ser frecuentes y con estudios específicos.

Esto es verdadero. Una vez diagnosticado el glaucoma y tratado con gotas deberemos realizar controles con cierta frecuencia para controlar la presión intraocular lograda, que se mantenga baja dentro de los parámetros buscados por el médico oftalmólogo, quien también pesquisará la aparición de posibles efectos de la medicación. También deberemos realizar estudios para controlar la evolución del daño del nervio óptico por medio del fondo de ojo y de la tomografía de óptica coherente.

•    El tratamiento del glaucoma es solo con gotas.

Esto es falso Si bien habitualmente comenzamos el tratamiento con gotas o colirios, también podemos tratar el glaucoma de forma quirúrgica. Y dentro de las cirugías podemos utilizar diferentes técnicas con diferentes láseres o cirugía convencional.

Lo importante es lograr presiones intraoculares lo suficientemente bajas para que el nervio óptico no sufra. Y que el paciente se sienta cómodo y le mantenga la calidad de vida de la mejor forma posible.

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