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A pesar de que la presbicia afecta a cualquier persona, incluso aunque nunca haya usado anteojos, quienes previamente padecen hipermetropía suelen tener más posibilidades de desarrollar vista cansada, por lo que deben estar especialmente atentos a sus síntomas más comunes. Estas son algunas de las situaciones cotidianas en las que te podes sentir identificado/a:

  • ¿Perdes detalles finos cuando miras de cerca? Si te cuesta leer en la pantalla del celular cuando antes lo hacías sin problema o bien te bailan un poco las letras, es probable que tengas presbicia.
  • ¿Tenes dificultad para enfocar un texto si es muy pequeño? Si últimamente no lees bien las etiquetas de productos en el supermercado, o tienes que aumentar el tamaño de letra en tus dispositivos para enfocar mejor de cerca, es posible que estés empezando a padecer vista cansada.
  • ¿Alargas el brazo para poder leer? Cuando te cuesta ver bien de cerca, comenzas a estirar el brazo cada vez más para leer mejor cualquier documento o tu teléfono.
  • ¿Te pican o incluso te lloran los ojos al final de la jornada? Sobre todo en personas que trabajan con pantallas o leyendo documentos durante muchas horas, incluso provocando dolor de cabeza, puede ser un síntoma de presbicia.
  • ¿Ahora necesitas más luz que antes para leer? Si necesitas iluminar más tu área de trabajo o de lectura para poder trabajar, puede ser una señal más de que estás desarrollando presbicia y necesitas revisar tu visión.

¿Has respondido afirmativamente a varias de las preguntas anteriores? Una vez reconocido el problema, el siguiente paso sería acudir a una consulta oftalmológica para poner en manos de especialista el tratamiento de la vista cansada.

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