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Conjuntivitis infecciosa

Es la más común es la producida por el adenovirus, que es el mismo virus de la gripe. Puede afectar solo a los ojos o estar acompañada por un cuadro inflamatorio en la vía aérea superior. Puede ser uni o bilateral y, en general, produce una tumoración y dolor por delante de la oreja debido a la inflación de los ganglios preauriculares.

Es un cuadro muy contagioso, principalmente, a través de las secreciones oculares. Por eso, es importante que los pacientes con conjuntivitis se aíslen socialmente hasta que el cuadro infeccioso se resuelva y que realicen una correcta higiene de manos con jabón y alcohol para evitar diseminar la infección.

El cuadro puede durar entre 2 a 4 semanas. Los síntomas comienzan con ojo rojo y sensación de cuerpo extraño, luego aparece el edema palpebral y aumenta la congestión ocular con abundante secreción, especialmente, por las mañanas. Algunos pacientes pueden presentar visión borrosa debido a una inflamación en la córnea. Por tratarse de un virus, no existe ningún tratamiento específico, sino solo compresas frías, analgésicos y, en algunos casos, antinflamatorios. Los antibióticos que se suministran en estos casos no son para curar el virus, sino para evitar una contaminación bacteriana.

Conjuntivitis alérgica

Se trata de una inflamación de la conjuntiva producida por alérgenos, partículas presentes en el ambiente y que a la mayoría de las personas no le generan problemas. Sin embargo, en pacientes alérgicos producen una respuesta inflamatoria. Los ojos son mucosas expuestas al medioambiente durante todo el tiempo, razón por la cual son frecuentes las conjuntivitis alérgicas. Afectan a los niños de entre 4 y 12 años y a los mayores a 60 años.

El principal síntoma es picazón o prurito, acompañada por ojos rojos y edema palpebral. Tiene mayor prevalencia en los meses de primavera por la mayor cantidad de alérgenos producto de la floración de las plantas. Es importante su correcto diagnóstico mediante estudios de sangre, de laboratorio ocular y un correcto examen oftalmológico.

Su problema habitual es que es muy difícil evitar la exposición frente al alérgeno ambiental. Por lo tanto, la terapia se basa en inmunoterapia, es decir, en tratar de disminuir la respuesta inflamatoria del propio cuerpo frente a la exposición del alérgeno.

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