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La alta miopía tiene un componente genético importante, por tanto, aquellas personas con antecedentes familiares con miopía son más propensos a heredarla. Este defecto refractivo se produce por la longitud axial del globo ocular (más largo de lo normal). Este alargamiento puede iniciarse desde los diez años hasta los cincuenta. Por tanto, cuantas más dioptrías tenga el ojo, más se alarga y las probabilidades existen de sufrir patologías asociadas.

Síntomas de la miopía magna

La visión de lejos es borrosa con una importante disminución de agudeza visual. Por su parte, cuando se observan los objetos al acercarse, siempre y cuando no haya ninguna complicación macular, se mantiene una buena agudeza visual.

Los problemas más frecuentes que pueden desarrollar los pacientes con miopía magna son:

  • Atrofia progresiva de la retina y la coroides, pudiendo afectar la zona central de la misma, es decir, la mácula.
  • El desprendimiento de retina.
  • Agujero macular.
  • Alteraciones en el nervio óptico.
  • Desarrollo de vasos sanguíneos por debajo de la retina (Membranas neovasculares).
  • Formación de cataratas en los ojos a edades tempranas, así como glaucoma.
  • Atrofia coriorretiniana (placas de atrofia en la retina que reduce la visión, dependiendo de la zona afectada).
  • Hemorragias submaculares.

La degeneración del gel vítreo propia de pacientes con miopía patológica hace que sea muy frecuente la sensación de ver moscas volantes. Por ello es necesario revisar periódicamente la periferia de la retina para localizar lesiones degenerativas que puedan predisponer al desprendimiento de retina. Por otra parte, ante la aparición de manchas oscuras fijas en el campo de visión central, o ante la sensación de ver los objetos deformados o torcidos, existe una alta posibilidad de que se haya desarrollado una degeneración macular miópica.

Tratamiento de la miopía magna

Debe individualizarse para cada caso en particular. La aplicación de láser en lesiones degenerativas peligrosas en la periferia de la retina puede evitar el desprendimiento de la retina. Cuando la operación de ojos con láser para estos pacientes no es apta existe la alternativa de lente ICL que se coloca en la cámara posterior detrás de la pupila, entre el iris y el cristalino sin necesidad de extraer este último. Por otra parte, el tratamiento mediante inyecciones intraoculares de medicamentos antiangiogénicos puede evitar el desarrollo de cicatrices en la parte central de la retina. Sin embargo, hay complicaciones que deben ser tratadas con intervenciones quirúrgicas como la vitrectomía (maculopatía traccional miópica, membranas epirretinianas, etc).

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