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Al inhalar el humo de un cigarrillo cientos de sustancias tóxicas pasan, a través de los pulmones, al torrente sanguíneo. Así, la sangre reparte esas sustancias tóxicas por todos los órganos del cuerpo, incluidos, por supuesto, los ojos.

Tabaquismo y cataratas

Las cataratas (enturbiamiento del cristalino del ojo) son una de las causas principales de la ceguera en el mundo. Los fumadores aumentan significativamente su riesgo de desarrollar cataratas en comparación a los no fumadores. De hecho, estudios demuestran que las personas que fuman duplican las probabilidades de formación de cataratas, y el riesgo sigue aumentando cuanto más fumen.

Tabaquismo y degeneración macular

La degeneración macular asociada con la edad (AMD, por su sigla en inglés) afecta el centro de la retina, la cual es responsable de la visión nítida que se necesita para las actividades cotidianas como leer y conducir. Causa «puntos ciegos» y con frecuencia afecta la visión central.

Los estudios comprueban que los fumadores pueden tener un triple aumento en el riesgo de contraer AMD frente a las personas que nunca fumaron. Pero no todo son malas noticias: debido que fumar es el mayor factor de riesgo controlable asociado a la AMD, dejar de fumar a cualquier edad, incluso a una edad avanzada, puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar AMD.

Tabaquismo y uveítis

La uveítis (inflamación de la capa intermedia del ojo, o la úvea) es una enfermedad grave que puede tener como consecuencia la pérdida completa de la visión. Afecta estructuras vitales del ojo, como el iris y la retina, y puede llevar a complicaciones tales como cataratas, glaucoma y desprendimiento de retina.

Existe evidencia que demuestra que los fumadores son más propensos a tener uveítis que los no fumadores, y fumar parece estar vinculado con el desarrollo de la uveítis.

Tabaquismo y retinopatía diabética

La retinopatía diabética daña los vasos sanguíneos de la retina y puede ocasionar pérdida de la visión. Existe una relación causal entre fumar y desarrollar retinopatía diabética, o hacer que ésta avance, además de otra gran cantidad de complicaciones por diabetes.

Fumar y la sequedad de ojos

El síndrome del ojo seco describe una cantidad insuficiente de lágrimas en la superficie de los ojos, necesarias para mantener el ojo lubricado y saludable. Quienes sufren de ojos secos pueden experimentar enrojecimiento ocular, picazón, sensación de cuerpo extraño en el ojo e incluso ojos llorosos. Fumar tabaco es un irritante ocular conocido y empeora la sequedad del ojo, aun entre fumadores pasivos; en particular en el caso de los usuarios de lentes de contacto.

Nunca es demasiado tarde para dejar de fumar y disfrutar de los beneficios de una vida más saludable y, en definitiva, un cuerpo más saludable también. Dejar de fumar a cualquier edad puede reducir el riesgo de desarrollar diversas enfermedades oculares peligrosas para la vista.

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